Esa extraña necesidad de huir...
Estaba viendo algunas fotos con mi hermana, los paisajes eran hermosos y ella se veía muy contenta en las imágenes, incluso su voz se tornaba emocionada y nerviosa mientras las mirabamos, podía sentir que de alguna forma con cada foto ella vivía por un segundo de nuevo la emoción de estar lejos de casa, de mirar cielos hermosos, caras nuevas, que te pegué en la cara otro viento y que los suelos que recorres no sean siempre los mismos, que el frío que sientas sea como de pesadilla y que la cama donde duermes no sea como la siempre cama que te espera a descansar... y entonces pensé que siempre había querido huir... que he tenido eternamente desde el principio de mi existencia una necesidad sublime de siempre pensar que estoy huyendo, aunque de hecho no vaya yo a ningún lado...
Mi hermana, no ha querido huir, sin embargo un día decidió irse lo más lejos que podía llegar con un boleto de vuelta en casa con fecha planeada... y lo hizo... llegó aquel gran día y se fue... al poco tiempo... llegó de nuevo el gran día y volvió a casa, tal cual lo había planeado.
Y yo... yo sólo llegué a la prepa cuando huí del kinder y una monja me atrapó... yo sólo me escape de la escuela y ni siquiera crucé la calle me quedé atrapada en la misma cuadra sin siquiera desear ir un poco más allá, y también dejé la universidad para no olvidar este extraño metódo de huir para siempre volver... y probablemente lo que me detiene siempre es todo el amor que le tengo a los viejos, a los recuerdos, a los espacios y el miedo congela hasta el alma al saber que podría perderlo todo...
Iván me decía que sólo estaba esperando que se entreabriera la puerta para salir huyendo... y un buen día... también se fue y no tiene boleto de regreso.
Y no sé si esas ganas de siempre huir se conviertan en frustración, lo único que sé hoy es que aún deseo salir huyendo...
Mi hermana, no ha querido huir, sin embargo un día decidió irse lo más lejos que podía llegar con un boleto de vuelta en casa con fecha planeada... y lo hizo... llegó aquel gran día y se fue... al poco tiempo... llegó de nuevo el gran día y volvió a casa, tal cual lo había planeado.
Y yo... yo sólo llegué a la prepa cuando huí del kinder y una monja me atrapó... yo sólo me escape de la escuela y ni siquiera crucé la calle me quedé atrapada en la misma cuadra sin siquiera desear ir un poco más allá, y también dejé la universidad para no olvidar este extraño metódo de huir para siempre volver... y probablemente lo que me detiene siempre es todo el amor que le tengo a los viejos, a los recuerdos, a los espacios y el miedo congela hasta el alma al saber que podría perderlo todo...
Iván me decía que sólo estaba esperando que se entreabriera la puerta para salir huyendo... y un buen día... también se fue y no tiene boleto de regreso.
Y no sé si esas ganas de siempre huir se conviertan en frustración, lo único que sé hoy es que aún deseo salir huyendo...
Etiquetas: Jinta perdida
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